- La Princesa Prometida (1987)
- El Hombre de la Máscara de Hierro (1998)
- El Mundo de Narnia: El León, la Bruja y el Armario (2005)
- El Laberinto del Fauno (2006)
- El Diablo Viste de Prada (2006)
- El Gran Gatsby (2013)
- La Bruja Novata (2015)
- La Princesa Mononoke (1997)
- El Fantasma de la Ópera (2004)
- El Secreto de la Pirámide (1985)
¿Alguna vez has imaginado cómo sería combinar la magia y la fantasía con el mundo de los negocios? Esta selección de películas te lleva a un viaje único donde la realidad se mezcla con lo sobrenatural, ofreciendo una perspectiva fresca y entretenida sobre la vida de los empresarios. Desde hechiceros en la bolsa hasta dragones en juntas directivas, estas historias no solo te harán soñar, sino también reflexionar sobre el poder de la imaginación en el ámbito profesional.

La Princesa Prometida (1987)
Descripción: Esta comedia romántica de fantasía muestra cómo el amor y la aventura pueden ser negocios en un mundo de cuentos de hadas.
Hecho: La película ha ganado un estatus de culto y es famosa por sus citas memorables.


El Hombre de la Máscara de Hierro (1998)
Descripción: Aunque es una adaptación histórica, la trama de conspiración y poder en la corte francesa tiene elementos de fantasía y muestra cómo la política y los negocios pueden ser tan intrigantes como cualquier cuento de hadas.
Hecho: Leonardo DiCaprio interpreta a dos personajes gemelos, lo que añade un toque de fantasía a la historia.


El Mundo de Narnia: El León, la Bruja y el Armario (2005)
Descripción: Aunque es una historia de fantasía para niños, la lucha por el poder en Narnia refleja las dinámicas empresariales y políticas.
Hecho: La película fue filmada en Nueva Zelanda, utilizando muchas de las mismas locaciones que "El Señor de los Anillos".


El Laberinto del Fauno (2006)
Descripción: Aunque es una película de fantasía oscura, la trama subyacente muestra cómo la guerra y la lucha por el poder pueden ser tan fantásticas como cualquier cuento de hadas.
Hecho: Ganó tres Premios de la Academia y fue aclamada por su dirección artística y efectos visuales.


El Diablo Viste de Prada (2006)
Descripción: Aunque no es una película de fantasía en el sentido clásico, la transformación de la protagonista en el mundo de la moda es casi mágica. La película muestra cómo la ambición y el poder pueden transformar a una persona en un entorno empresarial.
Hecho: La película se basa en un libro del mismo nombre, y el personaje de Miranda Priestly está inspirado en la editora de Vogue, Anna Wintour.


El Gran Gatsby (2013)
Descripción: La extravagancia y el lujo de la era del jazz se mezclan con la fantasía de la riqueza y el amor imposible, mostrando cómo la ambición empresarial puede llevar a la tragedia.
Hecho: La película utilizó más de 45,000 luces LED para recrear la famosa fiesta de Gatsby.


La Bruja Novata (2015)
Descripción: Aquí, la fantasía viene de la idea de un septuagenario que se convierte en pasante en una startup de moda, mostrando cómo la experiencia y la sabiduría pueden ser mágicas en el mundo de los negocios.
Hecho: Robert De Niro aprendió a usar un iPad para su papel, lo que refleja la adaptabilidad de su personaje.


La Princesa Mononoke (1997)
Descripción: Esta animación de Studio Ghibli mezcla elementos de fantasía con la lucha por el poder y los recursos naturales, mostrando cómo los negocios pueden afectar el medio ambiente y la vida de las personas.
Hecho: Es una de las películas más exitosas de Hayao Miyazaki y ganó el premio a la Mejor Película de Animación en los Premios de la Academia Japonesa.


El Fantasma de la Ópera (2004)
Descripción: Aunque es una historia de amor y misterio, el Fantasma usa su talento musical como una forma de negocio, manipulando el teatro para su beneficio.
Hecho: La película fue la primera adaptación cinematográfica del musical de Andrew Lloyd Webber.


El Secreto de la Pirámide (1985)
Descripción: Esta película de aventuras y fantasía muestra cómo la búsqueda de un artefacto antiguo puede convertirse en un negocio lucrativo, mezclando la magia con la arqueología.
Hecho: Fue la última película en la que participó el actor David Niven antes de su muerte.
